Elefantes de piedra
Alejandro Arriga
Colección poesía -13-
64 Páginas
c/DVD con corto dirigido por Martín Ptasik con música de Juan Manuel Barbieris
*
Tengo la noción de que todo lo que fue, fue en las siestas.
¿Por qué?
¿Por qué ellos duermen? Quizás.
Y hoy tengo ganas de pararme a sentir cómo las cosas son,
aunque no sean ya,
aquellas siestas.
Aunque quizás,
sea yo
el que duerme.
Márgenes
Perdóname.
Tenías razón.
Era peligroso.
La gaseosa se agitó en el camino.
Explotó.
Y arruiné tu radio.
Crucé las barrancas arcillosas de
Me crucé con él.
Nos cagamos de la risa.
No con él sino de él.
Y me entiendo, no me justifico, yo podía volver
y en eso me ando.
Y hoy no sé ellos, no sé si pensarán como yo.
Pero sus ojos tenían ese algo.
Esa canduchez de un hombre abandonado,
más allá del margen de todos los límites.
Bien afuera de todo lo marcado.
Vive con su gente, se sufren entre ellos, y también se cagan de la risa.
Pero admito que no es lo mismo.
Es ese algo, y lo sé, parezco pelotudo al decir "ese algo",
pero no se me ocurre otra forma.
Borracho, muy posiblemente.
Violento también.
Pero insisto,
él se arrimaba al río y no lo cruzaba,
del otro lado miraban los que de verdad pertenecen,
los que vacacionan,
pero no, él no cruzaba
quizás pensaba en sus animales,
en cómo alimentar a sus mellizos,
cómo con tanta tristeza.
Tanto abandono para siempre.
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