BELEN ANDRADE (GOLY)
Colección Bit - Historieta - Nro. 4
52 páginas.
Usted está a punto de leer la historia de un
amor que no fue. Uno como el de tantos adolescentes como este, Tincho, que tuvo
que comerse unas vacaciones que no quiso y una maldición telúrica y que apenas
le dió el cuero para abrazar con agradecimiento al objeto de su deseo. E irse y
no tenerla ya nunca.
Esta sería una historieta más acerca de la
mitología campera si no fuera que su autora se crió en esos campos, en ese
cercano y a la vez lejano San Pedro. Goly sabe de esa llanura fértil y de ese
río, de sus flores y sus noches llenas de luna y sabe cuándo puede haber un
lobisón o una llorona y sabe cómo dibujarlos. Entonces uno entra en un mundo
que sí existe, Goly no va de visita a esta leyenda de tierra adentro: la dibuja
desde ahí. Y lo dibuja con trazos que cubren una narrativa venida del japón
(ella tiene esa bella sangre), trazos que no parecen, que son cuchilladas
gauchas, bien argentinas. Y la cámara lenta que también le debe al buen cine
del Asia.
Ese es el chiste pero lo más serio es que Goly
apenas tiene veintiún años y yo tuve el privilegio de tenerla como alumna en un
curso plagado de bichitos hembra como ella que han venido a darle aire fresco a
una historieta en la que había demasiados hombres. Minas que no le temen a la
autogestión y salen a comerse el mundo a fuerza de plumazos y cuadritos. Goly
tiene talento y ovarios para hacer historieta y aquí lo ha vuelto a demostrar,
una vez más. Ojo con ella.
Cristian Mallea
(texto de contratapa)
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