Dardo Solórzano
Colección poesía - 48 -
136 páginas
ORACIÓN DEL ADIÓS
¡Cómo ha sido!
que hiende la pupila de Dios
hasta parir un nido para mis muertos,
por favor
que quieren dormir
y no hay silente respeto,
hasta parir un nido para mis muertos,
por favor
que quieren dormir
y no hay silente respeto,
¡cómo ha sido!
de rezar con blasfemias cuando cae la tarde,
que mi madre no ha vuelto aún......
de rezar con blasfemias cuando cae la tarde,
que mi madre no ha vuelto aún......
Señor
te crece un río en la mirada
y en la orilla de los ausentes me he sentado
pero no estés triste ni crucificado
porque soy yo quien debe esperarla,
que salió a cumplir un mandado
y aún no vuelve su corazón de pájaro........
te crece un río en la mirada
y en la orilla de los ausentes me he sentado
pero no estés triste ni crucificado
porque soy yo quien debe esperarla,
que salió a cumplir un mandado
y aún no vuelve su corazón de pájaro........
VESTIGIOS DE UN ESTIGMA
Habitabas mi
provinciana soledad,
y el resto de
mis sombras……,
ese oceánico
misterio torrencial de tu casa
poblada de
fábulas
entre mil
demonios más
que esparcían
luciérnagas en tu tálamo,
e imprudente
busqué en ese páramo
un racimo de tu
amor
sometido al
decreto de tus abismos.
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