José Celestino Campusano
Colección migrante - 01 -
148 páginas
(segunda edición, publicado anteriormente en la colección narrativa)
Escritos a principios de los ´90, los
relatos de este libro pueden ser leídos como un fabuloso antecedente literario
de toda la filmografía de Campusano. De hecho, aquí ya están las huestes
motorizadas de “Vikingo”, los conflictos tribales de “Bosques” o la
promiscuidad asesina de “Vil Romance”. Pero este libro no es sólo el precursor
de una de las obras fílmicas más originales del nuevo cine argentino, sino que
es también y sobre todo, un maravilloso fresco marginal en clave literaria.
Escrito en una primera persona que
combina la dureza del policial con la jerga delictiva, el estilo de Campusano (delicado
y brutal, sereno y febril) es un emergente directo de sus lecturas iniciáticas:
“Papillón” de Henri Charrière, “Memorias de una ladrona” de Dacia Mariani,
tratados de esoterismo, libros de magia negra, narraciones de terror y textos
de algunos de sus coterráneos: Roberto Arlt, Enrique Medina y Jorge Luis
Borges.
Si Campusano no hubiera filmado nunca,
este solo libro le bastaría para clasificarlo entre los mejores escritores
argentinos desde los márgenes hacia las selectas bibliotecas. Por eso es que,
en sus desnudas estanterías de tomos inclasificables, “El juguete rabioso”,
“Las tumbas” y “La intrusa” ya no se sienten solos. Ahora se encuentran
sorpresivamente acompañados por este fajo de cuentos, por este nuevo e
inesperado hermano de sangre.
I.W
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