Paula Oyarzábal
Colección Bonzo - 05 -
88 páginas
Pero así como el silencio se expande y multiplica (no como
un bloque, sino como un ramillete de diferentes tipos de), también lo hacen los
yoes, los frisos del yo. Hay algo de loop, o de cinta infinita, moebius, en
toda la búsqueda que atraviesa las cuatro partes del libro. Como la mente
inquieta en el flotar esa densidad punto
aleph de la vigilia-en-la-noche donde convergen las escenas (y con ellas cada
yo) que necesitan ser repasadas, nombradas y renombradas, tejidas y destejidas
para volver a tejerse y así encontrar. Encontrar ‘x’, donde ‘x’ es aquello que
se busca sin saber todavía qué es exactamente.
Valeria Iglesias
·····
La llovizna cae más fuerte ésta mañana, hay olor a próximo invierno, comienzo a temerle a mi inspiración, diagramo un plan que me permita, apreciar a las musas ajenas y, disfrutarlas como propias. Mi hermano tal vez lo recordaría, con ésa lengua al
margen de la nota, escribiendo siempre un cuento nuevo, una
última cosa en reversa. Sin embargo hace tiempo que no lo veo. No lo veo por ningún lado, necesito un rato de silencio para
buscar, (silencio de búsqueda).
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